ORACIÓN INICIAL
Oh glorioso Padre de Jesús, Esposo de María. Patriarca y Protector de la Santa Iglesia, quien el Padre Eterno confió el cuidado de gobernar, regir y defender en la tierra la Sagrada Familia; protégenos también a nosotros, que pertenecemos, como fieles católicos, a la santa familia de tu Hijo que es la Iglesia, y alcanzamos los bienes necesarios de esta vida, y sobre todo los auxilios espirituales para la vida eterna.

DÍA 7
Bienaventurados son los pobres de corazón, que viven desprendidos de los bienes de este mundo y dan a sus hermanos aún de lo que precisan. San José tenía ante sí el ejemplo de María y el ejemplo de Jesús, hijo de Dios, que para predicar el desprendimiento y amor a la pobreza se hizo pobre, teniendo por cuna un pesebre en su nacimiento. Vivió pobre San José y dio de su pobreza a los más necesitados.

REFLEXIÓN
¿Soy de compartir a los demás en lo mucho o poco que tengo? ¿Me dono enteramente a los hermanos o solo de a partes?

ORACIÓN FINAL
Oh pobrísimo padre San José. Te pedimos suplicantes por tu intercesión que aprendamos a ejemplo tuyo y de toda la Sagrada Familia a desprendernos de corazón para compartir con el otro, mi hermano/a. Amén.

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